Despiece- La falta de infraestructuras condiciona el consumo de los biocombustibles entre los españoles

Los resultados de la encuesta de Eurobarómetro realizada por la Comisión Europa en el año 2011 sobre energías renovables, no dejan lugar a dudas de que los españoles apuestan por el uso de los biocarburantes. Los datos establecen que el 72% de los encuestados está a favor de las energías limpias y el apoyo de los españoles aumenta en un 83% cuando se trata biocombustibles de segunda generación. Sin embargo, y pese al apoyo de los ciudadanos sobre la utilización de  las energías renovables, el porcentaje de consumidores de biocarburante es totalmente distinto ya que, y según los datos del informe sectorial elaborado por Infinita Renovables, no supera el 10%.  El problema, según el profesor del Departamento de Política Económica de la Universidad de Barcelona Jordi Perdiguero, radica en la falta de infraestructuras y en los problemas para la introducción de biodiesel a nivel minorista en España. Y precisamente estas barreras condicionan el uso de los biocombustibles en España. Por ejemplo en Alicante sólo existen seis gasolineras en las que se pueda repostar, Almoradí, El Verger, Elche, Jacarilla, Torrevieja y Jijona.  En toda España sólo hay 495 gasolineras que sirven biodiesel de las que solo consumen una pequeña parte. “Los consumidores de biodiesel no llegan ni al 5%”, comenta Felipe Martínez, expertos en energías limpias. Aun así, la mayoría de alicantinos opinan que sería favorable apostar por los biocombustibles ya que su uso hace que se emitan menos C02.

Imagen de una gasolinera donde se puede repostar biocombustible

El problema de los biocombustibles no solo radica en la escasez de gasolineras que dispongan de surtidores verdes, sino que se enfrenta al reto de vender un producto novedoso para los consumidores, además no está exento de desventajas, puesto que para la misma distancia, el automóvil con biocarburante gasta hasta un 90% más, lo que en tiempos de crisis, “se traduce en una reducción significativa del uso del biocombustible”, explica el ecologista Alfredo Valer,  quien añade que “se suma además la falta de información sobre los carburantes”. Aun así, los expertos consideran que el uso de biocombustibles será absoluto en torno al 2030.

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